¿Eres feliz? Si respondes no ya tienes un motivo de peso para probar a vivir con nosotros.
¿Por qué? Porque la situación económica me aprieta. A penas puedo mantener los gastos de mi hogar o directamente no puedo. Porque la vida en ciudad me estresa, es ruidosa e insanamente contaminante. Porque siento que está sociedad me valora solo según lo que rindo. Porque me convencieron de que lo correcto es llevarte años estudiando para encontrar un trabajo y luego resultó que tales trabajos no tienen salida o son explotadores. Porque siento que no tiene sentido llevarte toda la vida trabajando para luego jubilarte y a los diez o veinte años morirte sin llevarte nada. Porque la sociedad potencia el consumismo y se olvida de nuestro carácter humano…
Motivos hay miles, pero la base de todos ellos es la misma: El actual sistema no nos hace feliz.
¿Hay alguna solución? Por su puesto que sí. No tenemos obligación de seguir todos los sistemas que nos imponen. Ante todo están el derecho a la vida, el derecho a la libertad y el olvidado derecho a la felicidad.
Nos han quitado nuestra felicidad y la han borrado de nuestros derechos básicos porque, como dice un refrán, ojos que no ven… corazón que no siente. Sin embargo… ¿qué ocurriría si nos dan la felicidad y luego nos la quitan? Precisamente que nos daríamos cuenta del enorme derecho fundamental que es la felicidad.
El objetivo fundamental de la convivencia en el pueblo es establecer nuestros propios sistemas que protejan nuestros derechos a la vida, la libertad y la FELICIDAD.
De hecho, la Felicidad es el mayor de todos los derechos, porque todos dependen de él. ¿Puedes ser feliz sin vida? ¿Puedes ser feliz sin libertad? ¿Y sin vivienda? ¿Sin dignidad? ¿Sin comida? ¿Y sin salud?…
Cualquier derecho que nos planteemos pertenece al derecho fundamental a la Felicidad, por esto nuestro afán de crear nuevos sistemas que nos hagan felices.
¿Es demasiado idealista? No, porque ¿no es más idealista que nos pongan publicidad de todo tipo de bienes o servicios como si el objetivo de la vida fuese consumir y olvidarse de que todos tenemos un tiempo máximo de vida? Eso es lo que hacen con nosotros, ponernos una zanahoria delante para que no veamos la muerte que nos persigue. Pretenden hacernos creer que la felicidad se compra, pagando un buen coche, una buena casa, un buen viaje… Todo para pretender hacernos creer que la felicidad está en el futuro, pero en el futuro realmente nos espera un ataúd. ¡Vivamos el presente!
¿Se trata esto de una secta? En absoluto. Solo tratamos de exponer ideas propias que pensamos que nos harán más felices, debatir las y si estamos de acuerdo implantarlas.
¿Quieres probar? Todo depende de ti. Puedes permanecer en el sistema actual o venir con nosotros y participar en este gran experimento.
¡Bienvenide!